Lapsus Calami
Angel Domingo Martínez
lapsusca@gmail.com
Municipio
Tamaca
(publicado en El Impulso, jueves 10/10/13
Debo
confesar que no tengo la más mínima idea de cómo, o qué se requiere, o cómo, o
de que se valen los políticos, los urbanistas o los municipalistas para crear o
dejar de crear un municipio, mi hija me dice: -no vayas a escribir nada de eso
sin documentarte, recuerda que Google lo sabe todo-, pero cuando me dedico o me
decido a escribir, no tengo Internet, la red está ausente, hay problemas en el
servidor, debo aclarar que no es falta de pago, porque enseguida los escépticos
salen a criticar. -Seguro que no ha pagado-, nada de eso, estoy al día, pero
cuando decido escribir es a escribir y punto.
Es posible que el título de este escrito llame
la atención de una vez, no tanto a los que viven en el sector, sino a todo el
que le de la gana de interesarse. Se me ocurre esto porque desde hace un par de
años pasé a ser vecino de esa comunidad y que por esta circunstancia me entero que no
formamos parte del municipio Crespo que está a unos 30 minutos de este
epicentro y estamos a 30 minutos del centro de Barquisimeto, lo que viene a
ubicar a la población de Tamaca como un
hijo sin padre y porqué no decirlo
también, sin madre. Esa lejanía de Barquisimeto la convierte en pueblo del
“Lejano Norte”, con todos y sus vaqueros de a caballo y de pistola al cinto.
Los
planos o la nomenclatura nos ubica como parte o como parroquia del Municipio
Iribarren y esa distancia es posible que la haga inexistentes para las
autoridades municipales incluyendo a sus concejales, tan es así que
construyeron parte de la autopista, hace algunos años y la culminaron a unos
dos kilómetros antes del pueblo, convirtiéndose ésta en el único acceso al
poblado, no les alcanzó el presupuesto para trazarla hasta un par de kilómetros mas allá.
La población ha crecido incontroladamente
nuevas urbanizaciones han sido construidas por la iniciativa privada para una
clase media en ascenso y otras tantas por el sector público para otra clase
menos media y aunado a esto, las invasiones de terrenos han creado barriadas
con más necesidades de agua, transporte, electricidad y que en su mayoría, quizás un 80% o más, trabaja o busca su sustento en Barquisimeto,
el otro 20 deambula por sus calles de tierra, muchas sin aceras, sin drenajes,
sin iluminación.
Pero
pese a todos los males que aquejan a Tamaca hay una actividad de pequeños y
medianos comercios, de pequeñas y medianas industrias muy aceptable, pero
carece y requiere de una mínima actividad bancaria, pilar fundamental para un
mejor y mayor crecimiento, la total ausencia de centros de recreación, hace que
el “tamaqueño o tamáquense” emigre semanalmente a buscar el asueto merecido. El
movimiento comercial e industrial crea las necesarias, aunque antipáticas,
oficinas gubernamentales para permisologías, sobornos y rutinas de ley y que
son todas realizadas en Barquisimeto.
De manera que independientemente, de un
gobierno centralista y de saber si es posible o no elevar a municipio a esta
población con sus apéndices El Cují, Sabana Grande, Las Delicias, Carorita, El
Trapiche y no se cuántas más me atrevo a decir que merece, aunque se cree una
nueva burocracia de alcalde y concejales convertir a este poblado con todo y su
situado para ejecutar sus obras de infraestructura, en Municipio Tamaca.